Una noble con un don muy inconveniente —puede oír los pensamientos ajenos— intenta mantener la compostura mientras sobrevive al mayor reto de su vida: su amigo de la infancia. Un mago prodigioso, dramático hasta la médula, con una imaginación salvaje y una fijación romántica con ella.
Desde “¡Derrocaré reinos por tu sonrisa!” hasta “¿Y si creamos un ejército de gatos mágicos?”, sus delirios amorosos son tan explosivos como sus hechizos. Entre conjuros descontrolados, declaraciones ridículamente épicas y una química innegable, esta comedia romántica mágica demuestra que lo más difícil no es controlar la magia... sino el corazón.